Gamificación y formación: potencia el compromiso de tus empleados

gamificacion en formacion

En la era digital actual, la fusión entre este tipo de enseñanza y la proliferación de los videojuegos de entretenimiento ha dado paso a una nueva forma de aprendizaje: la gamificación.

En términos muy amplios, la gamificación consiste en aplicar técnicas del entorno de los videojuegos (“gaming”) en entornos de aprendizaje. Algunos elementos básicos muy reconocibles de estas técnicas son las barras de progreso, los niveles, las misiones, los retos, las recompensas…

Hoy en día podemos encontrar muchos niveles de gamificación dentro de cualquier formación de empresa. Esto va desde un e-learning tradicional en el que de vez en cuando aparece algún elemento lúdico, hasta un videojuego completo diseñado con un propósito formativo (los denominados “serious games” o “juegos serios”).

Sin embargo, la inclusión de más o menos elementos de gamificación en una acción formativa no se realiza al azar. Existen un par de consideraciones que se deben tener en cuenta:

  1.       El objetivo de la formación

La gamificación puede aplicarse a todo tipo de formación, pero hay que determinar previamente qué se pretende conseguir con ella. Por ejemplo, puede utilizarse en cursos de acogida para nuevos empleados, formación en ventas o programas de prevención de riesgos laborales, etc. En función de tu objetivo y del nivel de exigencia de la formación, podrás valorar la cantidad y el tipo de elementos de gamificación a incluir en el programa. 

  1.       El perfil de participantes

Antes de lanzarte de lleno a aplicar una gamificación en una formación te recomendamos realizar una pequeña investigación sobre el nivel de conocimiento sobre videojuegos de tus empleados. Según su perfil demográfico, puede ser que jueguen a menudo, o que el mundo “gaming” les sea totalmente desconocido. Con esta información, podrás valorar la complejidad de los elementos de gamificación a integrar en las formaciones. 

Beneficios de la gamificación en las formaciones de empresa

La gamificación puede mejorar la captación y retención de conocimientos con respecto a la formación tradicional, pero ese es solo uno de sus beneficios.  

Beneficios para los empleados

Los empleados que aprenden jugando suelen experimentar ciertos beneficios:

  • Aumento de la motivación y la participación
  • Mayor capacidad de resolución de problemas
  • Satisfacción personal
  • Aprendizaje en un entorno seguro
  • Fomento de las interacciones sociales y la cohesión del equipo

Beneficios para la empresa

Tu organización también se beneficia de esta técnica, pues:

  • Aporta datos muy útiles en cuanto a proactividad de los participantes y efectividad de la formación (¿cuántos empleados han pasado todos los niveles y en qué plazo de tiempo? ¿han conseguido las recompensas, insignias, etc.? ), lo que te permite perfeccionar futuros cursos.
  • Fortalece la relación laboral y el compromiso entre el empleado y el empleador. El empleado se siente más identificado con la empresa y entiende su “misión” como jugador dentro del equipo empresarial.

Cómo aplicar la gamificación en tu formación para potenciar el compromiso de tus empleados

Si quieres dejar atrás las formaciones aburridas con presentaciones PowerPoint tienes que comprender muy bien las bases sobre las que se sustenta una gamificación exitosa a la hora de diseñar el entorno del juego: 

  1. El aprendizaje no debe estar basado en una suma de tareas que hay que cumplir, sino en una misión que alcanzar a través de la superación de diferentes retos.
  2. La dificultad debe ir en aumento según se avanza durante el aprendizaje y se superan los retos. Es lo que se conoce como «estado de flow»: el jugador no para cuando está cansado o se aburre, sino cuando termina la partida.
  3. El sistema de recompensas es un elemento muy importante de la gamificación. Diseñar la experiencia del juego supone definir la misión, dividirla en retos con diferentes grados de dificultad y a la vez integrar las recompensas que marcan la evolución del jugador.

No estamos hablando de recompensas extrínsecas (bonificaciones o premios físicos tras haber terminado la formación) sino de recompensas dentro del propio juego. El sistema de gratificación cerebral es un mecanismo psicológico que se activa produciendo placer al cumplir una serie de tareas. Por lo tanto, el cumplimiento de retos, la superación de niveles, la competición lúdica entre participantes, etc. deben marcarse mediante sistemas de puntos, insignias, barras de progreso… De esta forma el jugador alcanzará el nivel de satisfacción que su cerebro entiende como la recompensa del juego.