3 consejos para elaborar un plan de formación adaptado a las necesidades de tu empresa

como elaborar plan formación

Según la guía del mercado laboral Hays 2022, solo el 6% de las empresas admite no ofrecer ningún tipo de formación a sus empleados. Sin embargo, estos no tienen la misma percepción: el 41% afirma no recibir ninguna y el 76% reconoce recibir formación pero de mala calidad

Ante un contexto tan volátil, las buenas intenciones no son suficientes: un plan de formación improvisado nunca responderá a las necesidades reales de tu empresa. Compartimos contigo tres consejos para que aprendas a elaborar un plan de formación enfocado en la mejora continua.

Las compañías que apuestan por la formación continua de los empleados son más competitivas, pues pueden anticiparse y adaptarse rápidamente a los cambios organizacionales y del mercado. Pero esa no es la única ventaja:

  • Menor gastos de selección de personal. Reemplazar a un empleado puede costar el equivalente al salario de 6 o 9 meses*. 
  • Mejor imagen de marca. El 48 % valoran positivamente a las empresas que ofrecen oportunidades de formación*. 

*(Society for Human Resource Management, 2022)

Por otro lado, los empleados también se benefician de tu inversión en capacitación:

  • Desarrollan una mayor motivación y satisfacción. Cuando las organizaciones demuestran que se preocupan por el desarrollo profesional de sus empleados, estos se sienten más motivados y comprometidos; lo que impacta directamente en el ambiente laboral de toda la organización.
  • Obtienen más oportunidades de crecimiento en la empresa. Al adquirir conocimientos específicos, los empleados aumentan su empleabilidad y atractivo.
  • Consiguen una mayor eficacia. Con formación, los empleados se sienten mejor preparados y con más confianza a la hora de desempeñar su trabajo; lo que incide directamente en su productividad y en el rendimiento global de la empresa.

3 consejos para elaborar un plan de formación en tu empresa

1. Identifica las necesidades de formación y define tus objetivos

Lo primero que te recomendamos hacer es analizar si las habilidades, aptitudes y conocimientos de tus empleados son los adecuados para el correcto desempeño de sus tareas y el cumplimiento de los objetivos de la empresa. Con esta información en mano, puedes detectar el tipo de formaciones a impartir:

  • Formaciones obligatorias o necesarias para el buen desarrollo de una actividad o de una función: formación en prevención de riesgos laborales (PRL), para la digitalización de funciones de marketing, etc.
  • Formaciones para lograr los objetivos estratégicos de la empresa. Si uno de los objetivos de tu empresa es aumentar las ventas anuales en un 10 %, por ejemplo, podrías incluir en tu plan de formación cursos sobre nuevas técnicas de venta inbound y outbound.
  • Formaciones para responder a las necesidades del personal detectadas por los mánagers

Acto seguido te sugerimos definir los objetivos; es decir, las metas de aprendizaje que se pretenden alcanzar con la formación. Estas deben responder a las necesidades de formación identificadas previamente y servir de base para establecer los criterios y los contenidos de las actividades formativas. 

A la hora de redactar los objetivos de formación ten en cuenta:

  • las áreas o empleados que necesitan la formación;
  • el comportamiento profesional al que se pretende llegar con la formación;
  • las competencias a desarrollar por parte de los empleados para lograr el comportamiento profesional deseado;
  • los beneficios que obtendrán tanto la empresa como los empleados con la adquisición de nuevas competencias. 

2. Determina los recursos necesarios para el diseño del plan de formación

Para llevar a cabo el plan de formación necesitas recursos humanos, logísticos y financieros.

a) Recursos humanos

En función de quién vaya a impartir los cursos, hablaremos de formadores internos o externos: 

  • Los formadores internos son especialistas en su área de trabajo, tienen experiencia práctica y conocimientos en la materia que se debe impartir, conocen las características y necesidades de la organización e implican menos coste. Sin embargo, no suelen contar con competencias pedagógicas y pueden mostrarse reticentes a impartir formación a sus propios compañeros.
  • Los formadores externos

    son expertos en los contenidos de la formación y tienen las competencias técnicas y pedagógicas necesarias, pero implican un mayor coste.

A la hora de tomar una decisión debes valorar las ventajas e inconvenientes de cada opción y las necesidades y los recursos de la empresa.

b) Recursos logísticos

Piensa en todos los medios materiales que se van a necesitar para impartir la formación. Decide en qué salas o instalaciones se van a desarrollar las formaciones y alquílalas o reservarlas. Determina también las herramientas, equipos de trabajo o material didáctico y comprueba si estos recursos están disponibles en la empresa o se deben contratar externamente.

c) Recursos financieros

Analiza todos los gastos derivados de la formación, diseña un presupuesto y asegúrate de que la organización pueda asumirlo. Estos son algunos de los costes que debes contemplar:

  • retribución de los formadores;

  • gastos de medios y materiales destinados a la formación;

  • gastos de amortización o alquiler (plataformas tecnológicas, aulas, etc.);

  • gastos de seguros.

No te olvides de valorar las diferentes líneas de apoyo a las que pueden recurrir las empresas para hacer frente a los costes de formación, como las bonificaciones gubernamentales, los centros de formación homologados, etc.

3. Establece un orden de prioridad para las formaciones

No todas las empresas cuentan con los recursos necesarios para responder de golpe a todas las necesidades de formación detectadas. Por esoes fundamental clasificar las necesidades de formación por orden de prioridad en función de diferentes criterios:

  • La contribución de la formación a la consecución de los objetivos de la empresa.
  • El presupuesto destinado a formación.
  • El tipo de formación (las obligatorias por ley tendrán más prioridad que otras).
  • El número de empleados concernidos y el impacto de esta formación en la organización.

La priorización de las formaciones es necesaria para garantizar el éxito del plan de formación de una empresa, y para asegurar que los esfuerzos se concentran en las áreas más adecuadas. Este plan se puede organizar de manera anual o, incluso, plurianual; en función de tus necesidades y recursos disponibles.

Un plan de formación no es fijo e inmutable. Es importante que midas su impacto y que controles el avance de tus objetivos. En el siguiente artículo te damos algunos consejos para optimizar tu plan de formación.